El ojo de dios, es una tradición del pueblo Huichol, del Norte de México. El padre teje un rombo y se lo da a la madre cuando nace el bebé. Por 5 años lo tejen y luego los niños peregrinan y lo ofrecen a los dioses para la protección del núcleo familiar.

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El mandala es una representación geométrica simbólica de la relación del ser humano con el microcosmos y el macrocosmos. Normalmente lo asociamos a culturas del sudeste asiático, pero si miramos las culturas prehispánicas, veremos el círculo como representación de lo sagrado. En Asia los monjes budistas hacen mandalas con arenas de colores, trabajan en comunidad para crear uno y al finalizar se reúne la arena y se entrega un poco a cada persona presente.

 

El mandala tejido es una mezcla de tradiciones, es como un caleidoscopio que se conforma con lanas, figuras geométricas y colores.